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Rusia y Ucrania, un conflicto y dos posicionamientos en las antípodas
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Al abrir la conversación con Vladimir Putin, el presidente norteamericano Donald Trump ha roto el statu quo. Y en las negociaciones que se anuncian, Rusia y Ucrania llegan con posiciones diametralmente opuestas.
Kiev reclama una "paz justa" y garantías de seguridad por parte de sus socios europeos y de Washington, con un despliegue incluido de soldados de mantenimiento de paz.
Moscú por su lado quiere quedarse con los territorios ocupados, y hablar de las "raíces" del conflicto, es decir sobre la presencia de la OTAN cerca de sus fronteras.
- Territorios -
Para Ucrania, el objetivo es recuperar las fronteras internacionalmente reconocidas del año 1991, tras la caída de la URSS.
Eso implicaría que Moscú renuncie a cinco regiones anexionadas: la península de Crimea, desde 2014, y las provincias reivindicadas por Putin desde 2022 y ocupadas a niveles diversos: Donetsk, Zaporiyia, Jersón y Lugansk, esta última controlada prácticamente en su totalidad por Moscú.
Kiev reconoce la necesidad de negociar, pero su objetivo sigue siendo recuperar la integridad territorial y la soberanía plena.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, habló esta semana de un posible "canje" de territorios, lo que permitiría a su país sacar provecho de los cientos de km2 ocupados desde el pasado agosto en la región fronteriza rusa de Kursk.
El Kremlin por su lado mantiene una posición de máximos: quiere el control de las cinco regiones en cuestión en su totalidad, y no sólo las zonas actualmente ocupadas.
En cuanto a un intercambio de territorios en el que entre la zona de Kursk, la presidencia rusa dijo claramente que no es una opción, y que su objetivo es echar de allí a las fuerzas ucranianas.
En suspenso queda también el futuro de la región ucraniana de Járkov, parcialmente ocupada por Rusia, que sin embargo no reivindica su anexión.
Estados Unidos hizo saber que le parece irrealista un regreso a las fronteras previas a 2014, el año en que Rusia tomó y se anexionó la península de Crimea.
- Tropas de paz -
Ucrania afirma que le parece imposible lograr una paz duradera sin un despliegue de fuerzas extranjeras. De lo contrario, dice, Rusia podría volver a lanzar una invasión.
Zelenski estimó el 22 de enero que habría que desplegar al menos a 200.000 soldados europeos, es decir de países de la OTAN, para garantizar la seguridad de Ucrania tras un alto el fuego con Rusia.
También quiere que haya alguna forma de compromiso de Estados Unidos, pieza fundamental por su peso militar y diplomático. El miércoles sin embargo, Washington descartó desplegar a sus soldados en Ucrania.
Rusia en tanto mantiene una oposición de principio a este planteamiento: los soldados de la OTAN, una organización considerada una amenaza existencial, no deben desplegarse en territorio ucraniano.
Rusia dispone además de sus propias reivindicaciones para neutralizar a Ucrania. Putin ha venido repitiendo desde el inicio de la invasión que su vecino debe "desmilitarizarse".
- OTAN -
Ucrania considera la Alianza atlántica como la piedra angular de su seguridad. Kiev aspira a ser miembro, para estar bajo el amparo del artículo 5 del tratado, que prevé una asistencia de los demás estados en caso de agresión.
Hasta ahora, los países miembros han apoyado la ambición de Kiev de engrosar la alianza, pero en un futuro más o menos lejano. El propio Trump se pronunció el miércoles sobre el tema, y dijo que dicha adhesión no le parece realista.
Moscú considera como una línea roja la integración en la OTAN de Ucrania, y de cualquier otro país que considera como parte de su zona de influencia.
En diciembre de 2021, semanas antes de la invasión, Moscú envió a Estados Unidos y a la OTAN una serie de reivindicaciones que presentó como "garantías de seguridad" necesarias.
Las demandas incluían la prohibición de que Ucrania y otros países de la extinta Unión Soviética se unan a la OTAN, así como una retirada de tropas y armamento desplegados por la Alianza transatlántica en los países que se unieron a la misma después de mayo de 1997.
Dicha cláusula incluye por tanto a los estados bálticos (Estonia, Letonia y Lituania) y a Polonia, así como a Rumanía y Bulgaria.
Las principales exigencias fueron rechazadas por la OTAN y por Estados Unidos a fines de enero de 2022. Un mes más tarde, el 24 de febrero, Moscú lanzó la invasión.
A.Schmidt--BlnAP