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El veterano ruso Yuri, atormentado por la "horrible" guerra en Ucrania
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"Mi esposa dice que volví amargado", afirma Yuri en presencia de ella y de su hijo en su casa cerca de Moscú, al hablar de los meses que combatió en Ucrania y de la dificultad de volver a una vida normal.
El conflicto es "más horrible" de lo que muestra la televisión rusa, dice este empleado de una escuela, cuyo seudónimo militar era "Lokomotiv", por el club de fútbol de Moscú.
A Yuri, de 39 años, le quedaron algunos reflejos de la guerra, como mirar al cielo en busca de drones o no usar el cinturón de seguridad para salir rápidamente del vehículo en caso de un ataque enemigo.
Lo del cinturón le ha costado varias multas en Istra, 40 km al noroeste de Moscú, donde vive con su esposa e hijo de 4 años.
Yuri, quien combatió en el Cáucaso ruso, pensó que sería de los primeros en ser llamados cuando Rusia anunció una movilización parcial en septiembre de 2022.
"Pero más bien movilizaron a mis amigos sin experiencia. ¿Por qué ellos y no yo? Sentí entonces que debía ir", dice.
"Mis amigos dijeron que yo era un idiota. '¿Por qué quieres ir? Tienes familia, un hijo, buen empleo'".
En octubre de 2023 se enroló como operador de radio en una brigada de artillería con una compañía paramilitar privada.
La brigada estaba basada en Bajmut, una ciudad del este de Ucrania que fue capturada en mayo de 2023 por las fuerzas rusas, tras una de las batallas más sangrientas de la ofensiva lanzada por Moscú en febrero de 2022.
Yuri participó en el asedio de la localidad de Chasiv Yar, que los rusos tomaron a principios de febrero, y en los combates de Bogdanivka, conquistada en abril pasado.
- "Aterrador" -
Su "rutina diaria" de ahora le aburre. En el frente "siempre había algo nuevo, tienes miedo las primeras dos semanas y luego es una aventura", sostiene.
Su esposa Albina, de 40 años, no quería que Yuri fuera a Ucrania. "Fue duro, temí perderle", explica sentada en el sofá de su modesto apartamento.
Sintió que sus nueve meses en el frente fueron "como cinco años".
"Corría al teléfono cada vez que recibía una notificación. Temía leer o escuchar malas noticias. Cada mañana comenzaba con miedo, era terrible", recuerda llorando.
"En realidad era más aterrador, más horrible que todo lo que muestran en la televisión", explica Yuri.
"Si mostraran en televisión todo lo que lo que ocurre allí, la gente podría cambiar de opinión" sobre el conflicto, afirma.
- "Callejón de Gloria" -
En el cementerio de Istra hay unas 30 sepulturas con banderas rusas y fotos de hombres en uniforme militar que murieron en Ucrania.
La zona es conocida como un "Callejón de Gloria", como se denominan otras áreas de cementerios en Rusia donde hay combatientes sepultados.
El saldo de víctimas en la actual ofensiva es secreto de Estado.
Cinco amigos de Yuri han muerto en el frente.
"La mayoría muere o son heridos por esquirlas de fuego de artillería o de drones explosivos", señala.
"Creo que todos los rusos entienden que esta guerra es contra Occidente", dice citando la retórica oficial que retrata el conflicto como una confrontación iniciada por los países occidentales.
Yuri admite escepticismo con las conversaciones entre el presidente ruso, Vladimir Putin, y el estadounidense Donald Trump, para una posible tregua.
"Sería bueno que se pusieran de acuerdo si la guerra termina, pero no terminará inmediatamente", asegura.
"Un alto el fuego solo empeorará la situación. Tenemos que concluir esto", insiste.
"Si no ha terminado para el Año Nuevo, voy a volver", afirma.
F.A.Wagner--BlnAP