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El Kremlin insiste: la anexión de territorios ucranianos ocupados "no es negociable"
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La anexión de los territorios ucranianos ocupados "no es negociable", afirmó el Kremlin este jueves, a pocas horas de la reunión en Washington entre el primer ministro británico Keir Starmer y el presidente estadounidense Donald Trump, que hablarán del escenario posbélico en Ucrania.
En pleno acercamiento con Estados Unidos desde el regreso al poder de Trump, en enero, los rusos han dejado claro que no están dispuestos a ceder territorio.
Las demandas del Kremlin de cara a una negociación siguen siendo firmes: Ucrania tiene que ceder cuatro regiones ocupadas en el este y el sur del país, así como la península de Crimea, anexionada por Moscú en 2014.
Igualmente, dice el Kremlin, Kiev tiene que renunciar a entrar en la OTAN, un punto este último en el que la administración Trump ha mostrado sintonía con Rusia.
Esos territorios "hacen parte integrante de nuestro país. Es absolutamente incontestable y no es negociable", indicó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, sobre las amplias zonas de Ucrania ocupadas por Rusia.
Desde finales de septiembre de 2022, Rusia reivindica la anexión de cuatro regiones de Ucrania: Lugansk, que ocupa en su práctica totalidad, Donetsk, Zaporiyia y Jersón, estas tres últimas ocupadas parcialmente.
Rusia ocupa igualmente algunas zonas de la región de Járkov, en el noreste de Ucrania. En total, Moscú controla alrededor de un 20% del territorio ucraniano.
Por su lado, Ucrania dice controlar unos 500 km2 en la región fronteriza rusa de Kursk.
El presidente Volodimir Zelenski ha planteado en el pasado la posibilidad de un intercambio de territorios con Moscú, un extremo al que el Kremlin dice negarse.
Rusos y norteamericanos han operado un acercamiento espectacular en las dos últimas semanas, bajo el impulso de Donald Trump, y parecen estar dispuestos a resolver el futuro de Ucrania prescindiendo de los dirigentes de este país y de los europeos.
Prueba adicional de ese acercamiento fueron las conversaciones este mismo jueves en Estambul entre una delegación rusa y otra norteamericana, a propósito de sus respectivas embajadas, tras las múltiples expulsiones ordenadas en los últimos años de un lado y de otro.
Esta reunión a puerta cerrada, que duró seis horas y media, fue la segunda entre representantes de ambas potencias, tras una primera el 18 de febrero en Arabia Saudita, consecutiva a la entrevista telefónica del día 12 entre Trump y el presidente ruso Vladimir Putin.
Contactos todos estos elogiados por el propio Putin, quien dijo el jueves que las conversaciones infunden "una cierta esperanza" de cara a la solución de "problemas estratégicos sistémicos", entre ellos el conflicto de Ucrania.
En este contexto se reunirán este jueves en la Casa Blanca el premier británico y Donald Trump. Starmer tratará de convencer a su anfitrión de la necesidad de que Estados Unidos dé garantías de seguridad a Ucrania, una vez que se acuerde un alto el fuego con Rusia.
Starmer reunirá además el domingo en Londres a Zelenski y a los máximos dirigentes de la UE para hablar del futuro de Ucrania.
L.Klein--BlnAP